El magnesio es uno de los minerales más esenciales para el cuerpo humano. Ayuda a los músculos, el sistema nervioso, el corazón y cientos de funciones vitales. Sin embargo, como todo suplemento, no es adecuado para absolutamente todas las personas. Hay situaciones específicas en las que se debe tener precaución o supervisión médica antes de consumirlo.

Conocer estos casos es fundamental para proteger tu salud y aprovechar de forma segura todos los beneficios que el magnesio puede ofrecer.    

1. Personas con insuficiencia renal grave

El magnesio se elimina del cuerpo principalmente a través de los riñones. Si los riñones no funcionan correctamente, el magnesio puede acumularse en la sangre y causar hipermagnesemia (niveles peligrosamente altos de magnesio).

Precaución: personas en diálisis o con enfermedad renal crónica avanzada deben evitar el magnesio sin aprobación médica.

2. Personas con bloqueo cardíaco severo

Altas concentraciones de magnesio pueden afectar la conducción eléctrica del corazón. En casos de bloqueo cardíaco severo, su consumo podría agravar los problemas cardíacos si no está controlado por un especialista.

Precaución: siempre consultar con el cardiólogo si tienes antecedentes de alteraciones graves en el ritmo cardíaco.

3. Personas que usan medicamentos específicos

El magnesio puede interactuar con ciertos medicamentos, como:

• Antibióticos (por ejemplo, tetraciclinas o quinolonas) reduciendo su eficacia.
  
  
• Diuréticos, que pueden alterar los niveles de magnesio y potasio en la sangre.
  
  
• Medicamentos para el corazón como la digoxina.
  
  

Precaución: es importante consultar al médico si llevas tratamientos crónicos.